Durante las fiscalizaciones aéreas realizadas por el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) de la región de Aysén en el 2023, se logró detectar un total de 222 embarcaciones, de las cuales 125 estaban operando de manera ilegal, es decir el 56%. Esto corresponde a la tasa más alta registrada desde el inicio del programa de fiscalización aérea en el año 2017.
Estas fiscalizaciones se concentraron en áreas de riesgo predefinidas mediante el modelo de fiscalización documental del organismo fiscalizador. “Nuestro equipo reconoce previamente estas áreas en función de las pesquerías estratégicas de la región y entre las que encuentran sectores insertos dentro del Convenio de Zonas Contiguas, así como también áreas geográficas que están catalogadas dentro del ámbito de la conservación como el Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos Pitipalena Añihue y el Parque Laguna San Rafael”, aseguró Juan Carlos Orellana, director regional (s) de Sernapesca Aysén.
En total se recorrió una distancia aproximada de 5.700 kilómetros, y posterior a los vuelos se realizó, por parte del equipo fiscalizador, la revisión de 4.995 fotografías tomadas durante las inspecciones aéreas para luego realizar el análisis documental y determinar las infracciones. Los registros obtenidos durante las fiscalizaciones son medios de verificación para denuncias en tribunales.
De los resultados del programa y considerando el total de embarcaciones avistadas, el 91,0% se encontraban realizando pesca extractiva, el 4,5% correspondió a lanchas transportadoras, y el 4,5% restante correspondían al sector acuícola. Esto indica que 172 embarcaciones estaban realizando actividades sobre pesquerías bentónicas (luga roja, erizo y almeja), 29 en pesquerías demersales (merluza del sur y congrio dorado), 11 en prestación de servicios a la acuicultura, 7 en pesquerías pelágicas (reineta), y finalmente, 3 en crustáceos (centolla y jaiba marmola).
Sernapesca reafirmó su compromiso de continuar con las fiscalizaciones aéreas en 2024 con el objetivo de garantizar el cumplimiento normativo en toda la región de Aysén. Este esfuerzo es crucial para preservar la sostenibilidad de las pesquerías y del sector pesquero artesanal.